El contenido “informativo” de cualquier mensaje, sea escrito o plástico viene dado por el grado de organización que se ha conferido a la obra. Información organizada que equivale a orden estético. Sin embargo, mis gestos, el fluir espontaneo, mi a-lógica acción sobre la obra en ciernes, aspira a dejar manifestar pura libertad.(me libero del ejercicio de la mente de la cual se ya de antemano sus resultados; previsibilidad). De ello nacen las manchas, lo informe, el caos aparente, el des orden, aunque solo, es aparente. Es un orden de otro nivel, un nivel interior.
Este ruido aparente, la entropia -o medida del desorden-, que capto en la obra se me revela en un primer momento como antiestético. Sin embargo, con este primer paso huyo de patrones convencionales que me conducirían, demasiado pronto, a una banalizaciòn, por exceso de ruidos previsibles.