DESHINIBICION, ACTOR UNICO Y TRANSFERENCIAS

DESHINIBICION, ACTOR UNICO Y TRANSFERENCIAS

El acto creativo es personal. No, no se puede substituir al autor, nadie puede hacerlo por mí. No estamos ante una labor como por ejemplo, reparar un vehículo a cargo de un equipo de expertos. El artista es el actor único y principal. Y digo que principal porque a veces coexisten autores anónimos, tan anónimos, que el propio artista no es consciente que en su obra haya trazas demasiado ajenas a si mismo. Autores que coexisten en él, inconsciente de su presencia. Casi siempre producto de una admiración que es positiva.

En mi caso, después de ser profundamente y radicalmente conmovido por las esculturas de Henry Moore, aun no he superado su impacto. O el que es lo mismo, no he podido seguir trabajando en escultura porque lo que me ha dejado Henry Moore es un trabajo, de una fuerza e impacto y con el cual me identifico tanto, que ya lo considero como que es mío. Mejorarlo es un hito que no me propongo. Me siento completamente realizado como escultor con su obra.

Yo, en este caso he realizado la transferencia de espectador-autor, con completa consciencia. ¿Una actitud como esta niega o recorta mis capacidades como escultor? ¡Si trabajase en escultura, iría por sendas muy alejadas de su propuesta!

Absolutamente, todo al contrario. Esta toma de consciencia me ha traído a reconocer mis gustos en “el otro” y a , si quiero, seguir mi propio camino. No me será fácil, porque en mi interior tengo que superar a HM, para quedar satisfecho. Su estética es suya y la admiro. Si un día, como apuntaba más arriba, vuelvo a la escultura explorare nuevos espacios y nunca mejor dicho.

No sé, en estos momentos, si mañana volveré a la escultura con otros ojos. Es un tema que dejo abierto. Sinceramente, el camino de la pintura por ahora, es mi senda. Aún no me ha ocurrido el que me ha pasado con Moore, con ninguno otro artista, a pesar de afinidades y admiraciones sinceras.¡Este tema que comento tiene muchos aspectos que deben ser analizados!

No es una acción técnica, el hecho creativo, donde podemos pedir soluciones externas a nosotros. No hay manual. O buscar esquemas o estilos fuera de nosotros si queremos ser nosotros mismos. El artista que quiera serlo debe olvidar buscar en los cajones donde encontrar respuestas acabadas. Salir con fuerza, coraje y des inhibición, contemplar y ver el universo con ojos propios y una vez digerido, saber elaborar y explicar mediante lenguajes escogidos y suyos, si los tiene, su obra. O iniciar el trabajo y observar y observarse. También pienso que es una vía de trabajo. De hecho, a la práctica, las dos son simultaneas.

(*) Un gran respeto por “los otros de antes” los que nos han legado. Ofrece un útil freno, necesario para embocar al caballo joven (nervioso por exceso de energía, inexperto por carencia experimental, ansioso de protagonismo para afianzar su yo). La energía del cual, en ascensión, nos conducirá a territorios desconocidos y de provecho. El artista novel, portador de esencias nuevas es un valor indiscutible. Tendrá que saber descubrir en él y aprender a mostrarlas. Es clara mi postura pro libertad, y sin embargo, no excluye, un respeto incondicional por todo lo recibido.