JUEGO

JUEGO

Sé que explicar el mundo interior a través de signos antropomórficos (miradas, gestos, carnes, texturas, deformaciones, manchas, líneas, espacios libres de signos..) es un juego. Un juego simbólico del cual me sirvo y me recompensa. No desestimo probar esquemas nuevos vaciando lentamente y progresiva los signos de connotaciones “convencionales”. ¿Quizás buscando la simplicidad, me acerco a archivos más primigenios y originales?

Este juego es un acto creativo constante. Jugar es no esperar resultados previstos, sitúa la acción en el presente sin presiones, amplio, abierto y sereno. A veces, también convulso. Aparece un territorio propicio, fértil, muy alejado de páramos, con energías escondidas y vivas que ofrecerán, obras de la tierra y del cosmos, auténticas conexiones dispuestas a confeccionar y construir redes en totalidad.

(*) El artista siendo, tiene la pulsación de si mismo, toma consciencia de quién es, para ir recorriendo un camino donde crezca no solamente como artista, sino como persona. La disociación de artista-persona, la separación de las dos realidades, es ficticia. Conocedor de su psicología por necesidad de trabajo y personal, le conducirá a disfrutar de la consciencia de sus latidos, deseos, aspiraciones, etc. En cuanto al aprendizaje para instalar una actitud de “jugar” en su propio quehacer, es parejo en su persona. Una disociación de esta actitud es poco probable. Las actitudes son continuas, difícilmente fragmentadas.

(*) La actitud de juego la podría definir, en mí, como un estado que se instala despacio, en la acción creativa. No es automática pero sí que se deja buscar y encontrar. A veces, para realizar un trabajo, programamos su recorrido. En el juego, solo preparamos los enseres y útiles de juego, el resto acontece una sorpresa, un hallazgo que genera quizás con el afán, con el deseo, después con el querer y la orden que secretamente pongo en acción y marcha. El juego pide una predisposición basada en características de renuncia de objetivos primero y de resultados siempre, de abandono de juicios y de investigación inusual. Con todo esto puesto en marcha, aparentemente consciente y que a la vez se deja envolver por una emoción amplía y continúa, vital y calladamente espontánea. ¿Estoy hablando de libertad?

(*) Hacer inutilidades, realizar en una sociedad tan práctica, objetos inútiles (objetos, poesías, y treinta y tres cosas más, que ya os podéis imaginar) es jugar, es un juego dicen desde fuera. El poeta, el escultor, el jardinero esteta, el joyero, el artista sereno, sigue imperturbable su actividad.