Leí este término en matemáticas y me había cautivado sin comprender qué significaba. Hoy gracias a un buen pedagogo, he entendido que un problema, una situación objetivable, la debemos de, primero observar y después, poder abordar su tratamiento de solución, de infinitas maneras. Esta sería la definición raíz de algoritmo. Todas las puertas abiertas en cuanto a salidas posibles. No deja de ser una obvie dad , pero que la matemática confeccione un término para definir esta situación, me ha gustado.. es una proposición, muy creativa..
Hace falta que cada cual encuentre su camino con libertad creativa, y será él que decidirá métodos, estrategias, sistemas, acciones, anti-métodos, etc, es decir, escogerá las reglas de juego que lo conducirá a resolver el asunto, o problemática, en las múltiples áreas que disponemos para experimentar y solucionar.
En el mundo del arte este principio adquiere, para mí, categoría de ley. Para hacer posible este tipo de realización habrá que fundir el miedo, en el crisol de la confianza, para discernir aquello que nos hemos propuesto y comprobar que siempre se llega a la solución con herramientas, sistemas, o atajos diferentes y sobre todo vías desconocidas y atrevida mente nuevas.
(*) Estas puertas abiertas, ante la mirada limpia de un ser que busca crecer, es un instrumento epigenético, o capaz de evolucionar de forma endógena, continua y progresivamente. El proceso creativo artístico evolutivo, pues, tiene mucho que ver con los algoritmos. La matemática parece ser base imprescindible. Ahora, además de poetas, los creativos seremos aprendices de matemáticos!!. La ínter conexión disciplinar, es un fenómeno reincidente que nos traerá, sin duda, al conocimiento afirmativo de la tesis que todo es una unidad indivisa. Se imponen acciones algorítmicas para la salud creativa.
Antes de la tesis siempre hay una hipótesis. Los artistas pues, que somos enérgicos creadores de propuestas y vías nuevas, seriamos creadores de hipótesis.